decimo cuarto dia de vacaciones - el masoquista de mi papa...

podria hablar horas y horas sobre lo carente que es el ser humano, si drogara a rocha y me aprendiera su discurso, pero ese, en realidad, no es mi tema. el punto que no nos gusta sufrir. si, ya es hora de admitirlo. y lo hacemos de diferentes modos. por ejemplo, a mi mama le encantan los quesos y se muere por comer todo el queso del mundo, pero por problemas de salud no puede, entonces cuando pasa por la fimbreria del supermercado, claramente debe sufrir, mucho. o por ejemplo yo, que me encanta cortarme el pelo, pero haria cualquier cosa por tenerlo del mismo largo de antes. o mi hermana simpatica, que le encanta jugar con el diablo de mi sobrino, sabiendo que tarde o temprano el cabro chico le va a perder algun lapiz, le va a comer todo el chocolate que le compro el pololo, le va a manchar/arrugar/rayar alguna de sus tantas guias o le va a manchar que cubrecama blanco [o le va a pegar algun chicle, como ayer...pero esos son detalles]. hay gente que sufre por el dinero, por ejemplo, mi papa. tan cabeza dura es el pobre que decidio pagarle a un abogado para seguirle un juicio a una importante empresa de telecomunicaciones y otros servicios, que a parecer nuestro no cumplio parte del contrato que mi padre tenia con ellos dado un estresante y desubicado evento cuando estabamos de vacaciones lejos de aqui. pobresito!!...ay lo quiero ver cuando tenga que seguir pagandole al abogado y realmente vea que era mejor haber perdido todo lo que perdimos que haber perdido todo lo que perdimos mas los honorarios del abogado. mas la esperanza es lo ultimo que se pierde, pero que podra esperar si el tiene un abogado, y tal empresa de telecomunicaciones y otros servicios debe tener un staff completo?