Punto de Fuga

Cuando aún habia don... me enorgullece volver a leer (y a publicar) una de las columnas de "2 puntos", la revista que ganó el interescolar de periodismo de la UDP, por ahí cuando se iba en tercero medio...

Todo lado A tiene su lado B, todo buen momento tiene algo malo y cada hazaña nuestra tiene algo que siempre queremos omitir cuando contamos la historia, aunque el lado B siempre se sepa. Aún así, muchos recordaremos las andanzas de los “mártires escolares” que se escaparon del colegio y que no murieron en la batalla, pero sí muchos de ellos salieron heridos.

Lado A.

Polerón de cuanto medio: la única manera de identificar a los alumnos de cuarto medio es mirándoles el clásico polerón de cuarto medio, con todos los nombres del curso bordados. Increíblemente, esta inocente prenda de vestir es el mejor instrumento del lado A, por que en vez de terminar con algún rasguño, puedes terminar con tu mochila sobre el hombro directo hacia Providencia

Back to Kinder Garden: si los niños del primer ciclo salen a las 1:55, ¿por que no un simple alumno de cuarto ciclo puede salir a esa misma hora un día martes? Esta fue la interrogante que un alumno de tercero medio se hizo cuando vio la puerta del primer ciclo abierta. Esta es otra manera de salir ileso, pero su único inconveniente es que para recuperar la mochila, hay que dar una gran vuelta por la población colindante al colegio, lo que dicen, no es muy recomendable.

Lado B.

Segurito: si Segurito hubiera obligado a todos los colegios poner puntas curvas de metal sobre las murallas exteriores, nos daríamos cuenta que Segurito tiene alma de niño y no sólo la estatura. Esta medida de seguridad ayudó a una alumna de tercero medio a escaparse del colegio luego que supiera que la profesora había faltado. El lado B de esta historia es que esta alumna terminó con un esguince en el pie y cojeó durante varios días.

Basurero Amigo: sólo los alumnos y profesores saben quienes la han dado los más diversos usos al gran basurero del tercer piso. Uno de sus usos es debido a su casi estratégica ubicación, como una etapa más de un circuito de “escalada escolar”, en donde después de subir un pequeño sobre nivel, saltar al techo de la bodega, avanzar sobre las protecciones de la casa vecina al colegio y finalmente saltar a la vereda se puede salir casi ileso del colegio, siempre y cuando se apoye bien el pie en el piso.

Medidores de agua: es otra herramienta inofensiva para este deporte, que junto con las protecciones curvas y las ventanas de las murallas exteriores, son el trío ideal para seguir en este deporte. Es así como dos alumnos de segundo medio del año pasado salvaron ilesos el último día de clases, a pesar de tosa la gente que en la calle tuvieron que esquivar y las cuadras que tuvieron que correr para no se atrapados por un auxiliar del colegio.