lo que alguna vez pensé

antes de salir del colegio pocas cosas tenia claro. no sabia que estudiar, no sabia como me iba a ir en la PSU y no sabia nada en realidad, salvo uno que otro pasaje de conversacion tenida, lo mas probable que con mi almhoada, sobre la amistad y todo eso. concluí que los compañeros de curso son muchos y los amigos, pocos, y menos los que quedan para despues del colegio, esos que te llaman o llamas al celular y esos que te escuchar todas tus estupideces. en mi caso el asunto era mucho mas triste, porque mis amigos eran los que tenia en el colegio, porque fuera de el habia perdido el contacto con mis antiguos vecinos y compañeras de mi anterior colegio.

mi lista de amigos se resume en pocas palabras, porque son pocas personas. lo que pasa es que estoy convencida que de lo bueno, poco. algunas de la universidad, exactamente tres personas, cuyos nombres no revelaré por ser obvios o ni tanto. son solo tres personas a quienes he aprendido a conocer en lo que llevamos de clases. del colegio son otros tantos, con quienes he tenido el agrado de compartir recreos y experiencias. tampoco los nombraré, porque al fin y al cabo cada cual sabe lo que hace por el otro y en que lo marca.

lo que alguna vez pensé es que de los amigos que tube en el colegio, solo unos pocos quedaron despues de las clases. entonces es agradable levantarse en la mañana y abrir tu puerta para recibir a un ex-compañero amigo. y caminar bajo el sol para ir a la casa de otro ex-compañero amigo (que no nos pudo recibir fue en detalle casi comprensible... estaba con la caña, pero su llamada fue super atenta) y conversar de como nos ha tratado la vida en este ultimo tiempo. y ver que hemos cambiado, pero en el fondo seguimos siendo los mismos.