domingo, 20 de enero de 2008

siesta

entre abrir y cerrar sentí como si habian pasado como sietes días. sentia pasos en el pasillo y un calor insoportable en mis pies. el cuello, doblado, me dolia, pero la flojera me dominaba y no acomobada los cojines que me molestaban. a pesar del calor, seguía abrazada a la perrita de peluche y aspiraba su olor, que nunca supe si es asi por su naturaleza, o la bañaron el alcohol aromatizado antes de regalarmela.
desperté cuando mi mamá preguntó la hora desde la piscina y mi papá le respondía que eran las 6.45. me acordé que ella, hace un rato atras se habia quejado por que no le habian avisado que se iban a bañar en la piscina. me sentia tan descansada, por haber creido que habia odrmido una semana entera, que me dio flojera de pararme y preferí hacerme la dormida un rato m.as

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